Sopa de cebolla

Sopa de cebolla

La sopa de cebolla (soup a l'oignon) es un plato de la gastronomía popular francesa, una sopa de origen humilde que los franceses han sabido convertir de forma magistral en una receta de alta gastronomía. Es una sopa deliciosa y sencilla de preparar y que resulta muy reconfortante para días fríos y lluviosos como los que estamos teniendo esta semana. Habitualmente se sirve cubierta con pan tostado y queso y gratinada, lo que además de darle un aspecto bonito la hace más contundente, sin resultar pesada.

Sopa de cebolla

En su origen la sopa de cebolla es una receta humilde, de la cocina popular, con antecedentes incluso en la cocina romana. Si os fijáis en sus ingredientes no pueden ser más sencillos, cebolla y pan, casi como nuestras sopas de ajo, cambiando la cebolla por ajo. Su popularización como plato "fino" y su entrada en la alta gastronomía se producen en el siglo XIX, cuando se puso de moda entre los noctámbulos tomar sopa de cebolla en las tabernas aledañas al mercado de Las Halles, el mercado de abastos de París.

El único secreto para que la sopa de cebolla resulte deliciosa es caramelizar adecuadamente las cebollas, lentamente, sin prisa. A mí me gusta pocharlas muy lentamente y durante mucho rato, como si fueran cebolla confitada. Puede confitarse durante algo menos de tiempo, pero es importante hacerlo siempre a fuego lento. Con esta receta no valen las prisas.

Si no tenemos caldo a mano puede prepararse perfectamente con agua. Simplemente con la cebolla bien caramelizada es una receta tan gustosa que no necesita nada más.

Sopa de cebolla

Ingredientes
  • 4 personas.
  • 1/2 Kilo de cebollas (2 grandes o 3 medianas).
  • 60 gramos de mantequilla (o 4 cucharadas de aceite de oliva).
  • Una cucharada de harina.
  • 100 ml. de vino blanco. También se puede usar cognac.
  • 1200 ml. de caldo de pollo o de agua.
  • Sal, pimienta negra y nuez moscada.
  • Una hoja de laurel o una ramita de tomillo.
  • 4 rebanadas de pan (8 si son pequeñitas o las bocas de los tazones anchas).
  • Queso rallado tipo Gruyere o similar.

Sopa de cebolla
Preparación
Sopa de cebolla

Picar las cebollas en rodajas muy finitas.

Poner la mantequilla o el aceite en una cazuela. Cuando se caliente añadir la cebolla. Al principio parece que hay mucha pero según vaya perdiendo agua el volumen merma de forma considerable. Remover bien para que se mezcle con la grasa.

Bajar el fuego y dejar que se sofría hasta que esté dorada y blandita. A mí me gusta hacerlo con el fuego muy, muy bajo (al 2, en mi vitro que llega hasta el 9), igual que cuando preparo cebolla confitada. Lleva más tiempo, casi una hora, pero el resultado es fantástico. Se puede subir un poquito más el fuego para que tarde menos, pero yo recomendaría hacerlo siempre como mucho a media potencia.

Cuando la cebolla esté hecha añadir la harina y remover bien. Dejar que se haga un minuto para que no sepa a harina cruda.

Añadir el vino blanco y subir el fuego para que se evapore el alcohol.

Añadir el caldo o el agua y el laurel o el tomillo. Poner sal y pimienta molida al gusto y un poquito de nuez moscada.

Dejar cocer unos 25 minutos a fuego bajo. El borboteo de la sopa mientras cuece debe ser muy suave para evitar que la harina se vaya al fondo de la cazuela y se queme, lo que estropearía la sopa.

Tostar las rebanadas de pan ligeramente en el horno o en una tostadora.

Repartir la sopa en cuatro cuencos o cazuelitas aptos para el horno.

Colocar una o dos rebanadas de pan en cada cuenco (dependiendo del tamaño de la boca del cuenco y del pan). Cubrir el pan con queso rallado.

Poner los cuencos en el horno con el gratinados encendido hasta que el queso se gratine, unos 10 minutos.

Servir inmediatamente.

Sopa de cebolla

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